viernes, 8 de enero de 2010

Atropellos, excusas y sinrazón: en busca de la impunidad

Micheletti dice que visita de Kelly a Honduras fue por presión de España
41 minutos
TEGUCIGALPA, Honduras (AFP) - El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró este viernes que la visita del enviado estadounidense Craig Kelly a Tegucigalpa, donde trató de desactivar la crisis política hondureña, obedeció a presiones externas, principalmente de España.
Kelly visitó Honduras entre martes y miércoles y se reunió con Micheletti, el presidente depuesto Manuel Zelaya y el mandatario electo Porfirio Lobo, en un intento por superar la crisis causada por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
Kelly "fue muy generoso, vino por presiones internacionales, especialmente de España, no del pueblo sino del gobierno", afirmó Micheletti, quien fustigó a España el mismo día que este país asumió la presidencia de la Unión Europea.
"Parece mentira (que España) no haya tenido un ápice de sentimiento hacia este país que ha sido tan respetuoso con ellos", agregó el gobernante de facto en declaraciones a la emisora HRN.
España es uno de los miembros de la comunidad donante de Honduras que mantiene suspendidos sus desembolsos desde el golpe, lo mismo que Estados Unidos y otros países.
Kelly, el número dos de la diplomacia estadounidense para América Latina, llegó al país para hablar sobre el acuerdo de Tegucigalpa/San José, que representantes de Micheletti y Zelaya firmaron en octubre bajo el auspicio de Estados Unidos.
Dicho acuerdo planteaba formar un gobierno de "unidad nacional" y la restitución de Zelaya, que fue rechazada en diciembre por el Congreso, dominado por golpistas.
Se especulaba que Kelly pediría que Micheletti renuncie antes del 27 de enero, fecha en que Lobo deberá asumir el gobierno, pero según el canciller del régimen de facto, Carlos López, el enviado estadounidense no trató este tema en su reunión con el presidente de facto.
Micheletti, que ha logrado desafiar todas las presiones externas, reiteró este viernes que se mantendrá en el poder hasta que asuma Lobo, y dijo que ningún país puede imponerse sobre las leyes hondureñas.
"No voy a abandonar el cargo. Soy respetuoso y el Congreso me eligió del 28 de junio al 27 de enero", alegó Micheletti, cuyo régimen no es reconocido por ningún país.
"No hay forma, ni internacional ni nacional, que alguien me pida que me retire de un mando constitucional. Nadie puede venir a legislar, a no ser los diputados electos por los hondureños", remarcó.
El golpe que depuso a Zelaya sumió a Honduras en una profunda crisis política y la aisló de la comunidad internacional, que mayoritariamente se niega a reconocer las elecciones de noviembre ganadas por Lobo, un derechista que respaldó el golpe.
Solamente Estados Unidos, Costa Rica, Panamá y Perú reconocieron los cuestionados comicios, en los que votó menos del 50% del electorado, según el Tribunal Supremo Electoral.
Lobo instó al Congreso a que apruebe una amnistía para los involucrados en el golpe, pero Zelaya rechaza la propuesta desde su refugio en la embajada de Brasil, donde se encuentra desde el 21 de septiembre tras retornar de forma subrepticia a Honduras.
El Congreso decidirá sobre la amnistía la próxima semana, según adelantó su presidente, José Saavedra.

La fiscalía de Honduras solicitó la detención de los militares que echaron a Zelaya
La fiscalía solicitó a la Corte Suprema de Justicia el encarcelamiento de la cúpula militar por abuso de autoridad y expatriación y pidió la apertura de un proceso judicial. Zelaya dice que es una maniobra de blanqueo.
Kelly (der.) se reunió con Micheletti para pedirle, sin éxito, que se vaya del gobierno.El Ministerio Público de Honduras pidió una orden de captura ayer para la junta de comandantes de las fuerzas armadas involucrados en el golpe de Estado contra Manuel Zelaya. La fiscalía solicitó a la Corte Suprema de Justicia el encarcelamiento de la cúpula militar por abuso de autoridad y expatriación, así como también pidió la apertura de un proceso judicial sobre el caso. Todo esto ocurrió en paralelo a la visita del subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental norteamericano, Craig Kelly, quien llegó este martes a Tegucigalpa con una misión: gestionar una transición ordenada de cara a la toma de poder del electo Porfirio Lobo el próximo 27 de enero.El fiscal contra la corrupción, Henry Salgado, pidió ayer a la Corte hondureña una orden de captura contra la junta de comandantes encabezada por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vázquez; el subjefe del Estado Mayor, general Venancio Cervantes; los jefes del ejército, general Miguel Angel García Padgett; de la fuerza aérea, general Luis Javier Prince; de la fuerza naval, contraalmirante Juan Pablo Rodríguez, y el inspector general de las fuerzas armadas, general Carlos Cuéllar. Salgado acusó a la cúpula militar por los delitos de abuso de autoridad y expatriación –prohibida en su Constitución nacional– por haber expulsado a Zelaya del país el 28 de junio por medio de un golpe militar.Por su parte, el general Vázquez afirmó que los militares que expulsaron al mandatario lo hicieron en cumplimiento de una orden de captura emitida por un juez de la Corte Suprema, tras haberse declarado ilegal el accionar de Zelaya frente a una futura Asamblea Constituyente. Desde el norte del país dijo a medios locales que desconoce la acción del ministerio, pero que está dispuesto a presentarse ante la Justicia. “Vamos a someternos a la Justicia hondureña si es necesario porque nosotros somos hombres de ley”, declaró.Zelaya, entretanto, estableció que la acción judicial emprendida por el Ministerio Público busca ocultar la verdad de lo ocurrido el 28 de junio. “Si se está diciendo que las fuerzas armadas cometieron un error, pues ese error fue un golpe de Estado militar, el cual fue después confirmado por el Congreso nacional”, apuntó el depuesto mandatario en declaraciones telefónicas. “Si sabían que los militares habían cometido un error, el Congreso nacional no podía destituirme, no tiene ninguna facultad para destituirme, lo que hubiera pedido era que regresara directamente a mi puesto como presidente y que pusiera mis abogados y me defendiera”, añadió.La llegada de Kelly coincidió con un pedido expreso del gobierno norteamericano: Micheletti debe dejar el poder a más tardar el 15 de enero, para que pueda cumplirse el acuerdo de Tegucigalpa-San José y se asegure una salida armónica a la crisis política. El pedido fue transmitido a las partes en conflicto por Kelly, quien se reunió anteayer con Lobo y con el depuesto Zelaya, mientras que ayer se entrevistó con Micheletti, según informaron medios locales.Los esfuerzos del funcionario norteamericano no parecen haber rendido frutos. En declaraciones al programa Frente a Frente de Televicentro, el presidente de facto declaró que no renunciará a la presidencia porque “no hay argumento legal para hacerlo, siendo además una decisión que le compete al Congreso nacional”. El actual gobernante sostuvo que fue el Poder Legislativo el que lo colocó en la silla presidencial y que esa decisión fue ratificada por el Congreso. “No voy cambiar porque venga alguien aquí a presionarnos, a menos que se haga un plebiscito y el pueblo hondureño diga lo contrario”, sentenció.Asimismo, el dictador dijo que no se dejará sobornar. “Estados Unidos desea que me retire el 15 de enero con la promesa de otorgar muchos millones de dólares de ayuda a Honduras. Sin embargo, Washington debe respetar la decisión soberana de nuestro pueblo”, señaló.A su vez, el presidente electo y líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, aseguró que la salida de Micheletti es indispensable para asegurar el reconocimiento de la comunidad internacional a su futuro mandato.“Estados Unidos está allí, ellos tienen su posición de que se cumpla el Acuerdo Tegucigalpa-San José en su totalidad, ellos están con su posición de que no debe haber vencedores ni vencidos, que es lo más importante para Honduras, que la mesa esté limpia de lo que fue la conflictividad del 28 de junio”, dijo ayer a Radio América. “Que el gobierno de facto decida lo que sea más conveniente al interés nacional y que demuestre el desprendimiento que Micheletti dice tener por Honduras”, dijo Lobo.