Hoy amaneció lloviendo.
Poco a poco se siente los efectos del ayuno: debilidad en los miembros, nudo que crece en el estómago, hipersensibilidad olfativa (con sólo respirar la fragancia de un alimento siento que me alimento) y tendencia a la dispersión mental (pensar desgasta más que el esfuerzo físico). Cuando no estoy analizando el desenlace de esta historia, trato de leer un poco. Mi dieta básica es agua azucarada.
Ayer lavé ropa y tomé un baño que me supo a gloria. Vi buenas señales en el Ministerio de Relaciones Exteriores.