domingo, 31 de enero de 2010

Clima y energía


domingo 31 de enero, 07:47 AM
WASHINGTON (AP) - El presidente Barack Obama apoya la energía nuclear como nunca antes, en un intento por conseguir el apoyo de republicanos y demócratas moderados para proyectos sobre el clima y la energía.


Obama destacó en su discurso sobre el Estado de la Nación el papel de la energía nuclear y se anticipa que su plan de gastos para el próximo presupuesto incluirá miles de millones de dólares más en garantías federales para nuevos reactores nucleares.
Este énfasis refleja tanto las dificultades políticas de aprobar un proyecto sobre el clima en un año electoral como también un giro en su otrora discreto apoyo a la energía nuclear.
Ahora propone una nueva generación de plantas nucleares.
Durante la campaña, Obama dijo que apoyaría la energía nuclear con condiciones. Le preocupaba cómo lidiar con los desechos radiactivos y cuántos fondos federales hacían falta para solventar los costos de construcción. Esas preocupaciones persisten.
Su gobierno se comprometió a cerrar Yucca Mountain, el sitio donde se planeaban enterrar los desperdicios radiactivos de alto nivel.
El secretario de Energía, Steven Chu, ha sido criticado por su lentitud en hacer disponibles 18.500 millones de dólares en garantías de préstamos para estimular las inversiones en nuevas plantas nucleares y el gobierno liquidó una propuesta de la era de George W. Bush para reprocesar el combustible nuclear.
Lo que cambió es el panorama de la legislación para el clima y la energía, una prioridad de la Casa Blanca. La Cámara de Representantes aprobó en junio un proyecto que limitaría las emisiones de gases de efecto vivero por primera vez, pero el proyecto provocó una rebelión republicana en el Senado.
Obama reafirmó su compromiso con un proyecto en su mensaje a la nación como un medio de crear más empleos de energía limpia, pero agregó que eso significa "construir una nueva generación de plantas nucleares seguras y limpias en este país".
Los 104 reactores en operación en 31 estados suministran sólo el 20% de la electricidad de Estados Unidos, pero son responsables del 70% de la energía de fuentes productoras no contaminantes, incluyendo eólicas, solares e hidroeléctricas.