lunes, 7 de febrero de 2011

Egipto, 14 días

La oposición y los manifestantes desconfían de las promesas del régimen egipcio

El vicepresidente Suleimán, que ayer se reunió con los grupos anti-Mubarak, incluido un representante de los Hermanos Musulmanes, ofrece revisar la Constitución, pero no da garantías.- La multitud concentrada en El Cairo sigue exigiendo la dimisión de Mubarak

ENRIC GONZÁLEZ - El Cairo - 07/02/2011
El régimen egipcio resiste. Y demuestra que, con Hosni Mubarak o sin él, será difícil arrancarle concesiones significativas. El vicepresidente Omar Suleimán se reunió ayer con una delegación de opositores en la que figuraba un representante de los Hermanos Musulmanes. Eso supuso una novedad, ya que el ilegal movimiento islamista fue siempre el espantajo del régimen, la excusa de la dictadura...


Los rostros de la resistencia

Un médico, un investigador, una profesora, una estudiante y un parado cuentan por qué seguirán en la plaza de la Liberación hasta que Mubarak se vaya

GEORGINA HIGUERAS | El Cairo 07/02/201


Los Hermanos Musulmanes, pioneros del islamismo político, buscan la moderación

G. HIGUERAS | El Cairo (Enviada Especial) 07/02/2011

Los Hermanos Musulmanes, cuyos delegados se reunieron este domingo -pese a ser una organización ilegal? con el vicepresidente Omar Suleimán para buscar una salida a la crisis que azota Egipto, son los pioneros del islamismo político y los inspiradores de buena parte de los grupos islámicos radicales. Sin embargo, en la actual revuelta los Hermanos Musulmanes han tenido un especial interés en mostrar su cara más moderada, su voluntad de diálogo y su disposición a formar parte del nuevo Egipto democrático como una fuerza política más.
Hasan al Bana fundó en 1928 los Hermanos Musulmanes para expandir los valores islámicos entre una población que se occidentalizaba bajo el dominio británico. Combinó la labor caritativa, con la educativa. Además de enseñar los principios islámicos se defendía un Estado libre del yugo colonial y gobernado por la sharía o ley islámica. Ahora, aunque no han renunciado a su imposición, aseguran que no es ese su objetivo.
Enfrentados de forma cada día más violenta al poder colonial, los Hermanos Musulmanes fueron ilegalizados en 1948, después de que se les acusara de estar detrás del asesinato del entonces primer ministro Mahmud al Nugrashi. Aunque Al Bana lo rechazó, fue asesinado poco después por, según sus seguidores, policías vestidos de civiles.
La organización no fue legalizada hasta la caída de la monarquía y la salida de los británicos, tras el golpe de Estado de Gamal Abdel Nasser. Los Hermanos Musulmanes llegaron a la nueva República como una fuerza muy compacta cuya filosofía se radicalizaba con los sermones de Sayid Qutb, su principal ideólogo tras la desaparición del fundador.
El periodo de gracia duró apenas dos años. La animadversión entre Nasser y los Hermanos Musulmanes fue evidente. El atentado fallido contra el presidente más popular de Egipto, en 1954, sirvió para desatar la caza de miembros de esta organización.
La llegada de Anuar el Sadat, en 1970, tras el fallecimiento de su predecesor, mejoró la situación de los Hermanos Musulmanes, bajo cuyo paraguas comenzaban a surgir grupos armados mucho más violentos, como la Yihad Islámica, y posteriormente la misma Al Qaeda. Sadat fue víctima, en 1981, de la Yihad Islámica por haber firmado la paz con Israel.
Al subir al poder, Hosni Mubarak optó por una cierta tolerancia de la organización, en cuyas filas ganaban espacio los moderados. En 2000 se les autorizó a acudir a las urnas como independientes y obtuvieron 17 escaños. Cuando en las elecciones de 2005 se hicieron con el 20% de los diputados, el régimen se sintió amenazado. De nuevo, muchos miembros de la organización fueron detenidos.
La actual revuelta les pilló desprevenidos y hasta pasados un par de días no se sumaron a ella. La organización, dirigida por Mohamed Badie, sabe que se juega la posibilidad de hacer historia y formar parte de un Gobierno de unidad nacional que siente las bases de un Egipto democrático.



Egipto aprende a convivir en la plaza de la Liberación

Fieles de diferentes credos se congregan en una oración

NURIA TESÓN - El Cairo - 07/02/2011

Los manifestantes llevan a hombros a un musulmán con un Corán (izquierda) y a un copto con una cruz.- REUTERS