jueves, 18 de febrero de 2010

Renuncia ¿es decir...?

Primicia de AP: renuncia el funcionario de la ONU sobre el clima
jueves 18 de febrero, 07:44 AM
AMSTERDAM (AP) - El secretario de la convención sobre cambio climático de las Naciones Unidas, Yvo de Boer, dijo el jueves a la Associated Press que renuncia después de casi cuatro años, un período en que los gobiernos procuraron infructuosamente convenir un nuevo acuerdo sobre el calentamiento global.
Su partida tendrá efecto el 1 de julio, cinco meses antes de que 193 países volverán a congregarse en México para intentar nuevamente un acuerdo mundial obligatorio para controlar los gases de efecto invernadero.
Se sabe que de Boer está profundamente disgustado por el resultado de la reciente cumbre de Copenhague, que congregó a 120 líderes mundiales pero que no produjo más que una promesa imprecisa de varias naciones de limitar las emisiones de carbono, y aun ese acuerdo no logró consenso.
Pero negó a la AP que su decisión de renunciar se debiera a la frustración por el resultado de Copenhague.
"Copenhague no fue lo que yo esperaba", admitió el funcionario holandés, pero de todos modos la cumbre hizo que los gobiernos presentaran planes y objetivos para controlar las emisiones a las que se atribuye principalmente el calentamiento global. "Creo que ésa es una base sólida para la respuesta global que muchos están buscando", afirmó.
De Boer dijo a la AP que cree que las conversaciones "están encaminadas", aunque no había seguridad de que pudiera lograrse un tratado pleno en la próxima conferencia de alto nivel en noviembre.
El acuerdo parcial convenido en Copenhague, mediado por el presidente estadounidense Barack Obama, "fue muy significativo", afirmó. Pero admitió frustración de que el acuerdo hubiese sido meramente observado en vez de adoptado formalmente por todos los países.
"Estuvimos a centímetros de un acuerdo formal. Realmente estaba a nuestro alcance, pero no ocurrió", dijo. "Fue una lástima".
Se atribuye a de Boer haber promovido la difusión de la situación climática mediante frecuentes encuentros con la prensa y sus gestiones ante los líderes mundiales.
Pero su constante diplomacia viajera no logró superar las suspicacias y desconfianza entre las naciones en desarrollo y las industrializadas, que obstaculizaron el acuerdo en la capital dinamarquesa.