viernes, 1 de mayo de 2009

BOLIVIA SALVO MÁS DE 20 MIL VÍCTIMAS DEL RACISMO DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

De acuerdo con reseña de libro del The New York Times, Bolivia es el país que ayudó a salvar el mayor número de víctimas judías de la persecución racial nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Patricia Cohen es la reseñadora de una publicación de próxima aparición que se centra en el legado histórico del presidente Franklin Delano Roosevelt y reabre la polémica en torno a su figura (Estados Unidos negó refugio a más de 900 judíos de la embarcación St. Louis en 1939 durante la presidencia de Roosevelt). El libro en cuestión se llama Refugiados y salvamento: los diarios y documentos de James G. McDonald 1935-1945, que es la documentación conservada por un diplomático estadunidense en el que se evidencian los esfuerzos de la entonces Liga de las Naciones (hoy ONU) por proteger la vida de las víctimas de lo que hoy conocemos como Holocausto. Esfuerzos que, como es sabido, incluían la búsqueda de un país que hiciera de hogar para los refugiados del odio y la intolerancia.

Luego de una consulta al mundo académico estadunidense, la reseñadora del diario estadunidense concluye con una referencia sorprendente hacia nuestro país, que de ahora en adelante puede contar entre sus glorias históricas el haber sido una de las naciones más solidarias de la Segunda Guerra Mundial. El historiador Hochberg, catedrático de la Universidad George Washington, es quien afirma: "Como resultado de estos esfuerzos, Bolivia salvó más de 20.000 judíos entre 1938 y 1944 -en proporción a su tamaño, más que cualquier otra nación. Sin la opción de Bolivia, muchos de estos judíos habrían muerto durante el Holocausto."

Aquí, la traducción de la reseña:

Roosevelt y los judíos: un debate que regresa

Por Patricia Cohen

(Publicado el 30 de abril del 2009 por The New York Times)

El legado de Franklin Delano Roosevelt se ha deslizado nuevamente bajo el microscopio de la misma manera en que sus esfuerzos por sacar al país de la Gran Depresión son examinados minuciosamente. Ahora, un fragmento de su política exterior también está siendo re-evaluado y pronto será publicado un libro que termina con la opinión generalizada de que fue indiferente a la suerte de los judíos de Europa, y afirma que hay nueva evidencia que muestra que el presidente presionó por un ambicioso plan de rescate secreto antes del inicio de la guerra.

El libro, editado en una colección de documentos oficiales, diarios, notas internas y más, sostiene que Roosevelt urdió un plan en 1938 para reunir a las democracias del mundo y reubicar a millones de judíos europeos en zonas de América Latina y África.

"Es un libro que va a cambiar el consenso sobre el papel del presidente Roosevelt", dijo Deborah Lipstadt, una de las principales expertas sobre el Holocausto que ha leído algunas de las secciones. El libro "obliga a los historiadores -tanto aquellos que han denigrado a FDR y los que le han santificado- a reconsiderar sus conclusiones".

El libro Refugiados y salvamento: los diarios y documentos de James G. McDonald, 1935-1945, sin duda reinicia el cargado debate sobre si Roosevelt pudo haber hecho más para rescatar a millones de judíos, gitanos, homosexuales, disidentes y demás, que murieron en los campos de exterminio nazis. Para sus detractores, la negativa en junio de 1939 a recibir a cualquiera de los más de 900 judíos a bordo del transatlántico St. Louis que buscaban un refugio luego de la mortal noche de los cristales rotos alemana (Kristallnacht) es mucho más emblemático de la respuesta de los Estados Unidos. Muchos de aquellos pasajeros finalmente murieron.

Este es el segundo de una serie de tres volúmenes de los documentos de James G. McDonald que están publicados por la editorial de la Universidad de Indiana en asociación con el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. McDonald fue alto comisionado para los refugiados de la Liga de las Naciones, presidente además de un comité asesor presidencial sobre los refugiados y, posteriormente, primer embajador en Israel. El libro también incluye el material del Centro de Historia Judía y el Museo del Holocausto.

Los editores -los historiadores Richard Breitman, Barbara McDonald Stewart y Severin Hochberg- sostienen que Roosevelt hizo mucho, dada la resistencia implacable del Congreso a aumentar el contingente de inmigrantes. En lugar de medidas de apoyo público a la revisión de las cuotas, que estaba seguro fallaría, él propuso una alternativa tras escena que incluía en algún momento peticiones al Congreso para que proceda con 150 millones de dólares para el reasentamiento.

"Fue un hombre de gran visión que buscaba el reasentamiento de un número mucho mayor de refugiados procedentes de Alemania" y de otros lugares, concluyen los editores, citando una directiva de Washington de junio de 1938 que indica que los funcionarios deben ocuparse de "los problemas de los refugiados de todos los países". Los historiadores están de acuerdo en que esos esfuerzos se desmoronaron completamente en 1940 cuando Roosevelt dirigió su atención hacia la guerra.

Uno de los nuevos elementos de prueba que señalan los editores es un resumen escrito por Arthur Sweetser, un director de la secretaría de la Liga de las Naciones, que describe una reunión entre él y el presidente el 4 de abril de 1938:

Sweetser escribió que Roosevelt le preguntó qué le parecía su propuesta para los refugiados. "'Esa fue mi propuesta’ intervino rápidamente el presidente, tocándose el pecho con evidente orgullo. ‘He trabajado en ella yo mismo’".

El resumen continua con el señor Sweetser citando a Roosevelt: "'De repente se me ocurrió: ¿por qué no unir a todas las democracias para compartir la carga? Después de todo, ellas poseen la mayoría de las tierras disponibles en el mundo y sólo hay... ¿qué diríamos, 14, 16 millones de judíos en todo el mundo?, de los cuales aproximadamente la mitad ya se encuentran en los Estados Unidos. Si pudiéramos dividir el resto en grupos de 8 o 10, no habría ningún problema judío en tres o cuatro generaciones."

En una nota confidencial al señor McDonald, de fecha 17 de mayo de 1938, Arthur Sweetser escribió "La propuesta del presidente ocupó gran parte de las deliberaciones de la Liga sobre los refugiados esta semana pasada."

Paul Shapiro, director del museo del Centro de Estudios Avanzados del Holocausto, dijo: "Lo que es bastante llamativo aquí es que en este momento, en 1938, Roosevelt está muy ocupado con el tema del rescate de los judíos". La ocupación alemana de Austria demostró cuánto había cambiado la vida de la noche a la mañana para los judíos de allí. El libro incluye "nueva e importante documentación sobre FDR y sus esfuerzos para salvar a los judíos" añadió. Roosevelt apoyó el uso de las colonias alemanas, francesas y británicas en África y otros lugares, así como a los países de América del Sur como posibles refugios. Y él presionó de manera privada a los británicos para asentar más judíos en Palestina, dijo el señor Breitman, un profesor de historia en la American University.

El señor Hochberg, que enseña en la Universidad George Washington, dijo: "Como resultado de estos esfuerzos, Bolivia salvó más de 20.000 judíos entre 1938 y 1944 -en proporción a su tamaño, más que cualquier otra nación. Sin la opción de Bolivia, muchos de estos judíos habrían muerto durante el Holocausto." (traducción de Franklin Farell)