lunes, 11 de mayo de 2015

Suzhou, la Venecia china

Suzhou, la Venecia china

Es una de las ciudades más importantes de China que guarda sus atractivos naturales alineados por el clima subtropical y el frío.
 

 

 

 


La Razón (Edición Impresa) / Marta Medel, El país
00:00 / 19 de abril de 2015
En China abundan ciudades industriales que son reconstruidas para tener un aspecto más occidental. No es el caso de Suzhou, una villa que nos transporta a los tiempos imperiales por su arquitectura clásica y sus jardines llenos de infinita belleza. Parajes de ensueño, sin exagerar, rodeados por una red de ríos y canales que amparan pequeñas tiendas de souvenirs y comida típica para el visitante exigente.
A media hora en tren desde la industrial Shanghái, la expansión urbana, territorial e industrial de Suzhou resulta evidente debido a su ubicación en una de las provincias más prósperas de China. Por ello, el Gobierno ha tratado de proteger el casco histórico de la ciudad, especialmente a raíz de que sus jardines fueran declarados patrimonio mundial por la Unesco en 1997.
Nuestro paseo comienza al noreste, en el más hermoso de los espacios de Suzhou: el Jardín de los Administradores Humildes. Construido en el siglo XVI por el funcionario Wang Xianchen, que aspiraba a llevar una vida modesta tras su jubilación de la política, posee un lago que ocupa una quinta parte de su extensión total y consta de tres áreas que facilitan la visita. La zona oriental posee pequeñas islas que se comunican entre sí por medio de puentes que se enredan con la vegetación y los mirtos típicos del lugar. En el área central surgen templos, rocas y colinas, mientras que en el gran lago de la parte occidental se reflejan los edificios y bosques de los alrededores, desde donde se accede al siguiente espacio, el jardín de bonsáis.
El Bosque de los Leones también se encuentra al noreste de Suzhou y es famoso por su laberinto de rocas traídas desde el lago Tai, que le dan nombre por su apariencia de león. Tras un largo paseo nocturno por la calle Ping Jiang, entre cafeterías y tiendas occidentales alojadas, eso sí, en edificios tradicionales, cabe visitar el Jardín del Maestro de las Redes, al sudeste de la ciudad. A pesar de ser el más pequeño de todos los jardines de la ciudad, ofrece un espectáculo nocturno que le dejará al viajero con la boca abierta.
Un poco más apartado del foco monumental, pero no por ello menos bello, el Jardín Liu tiene una extensión de tres hectáreas en las que la tranquilidad nos evade del habitual bullicio de las urbes chinas. Muy cerca, la Colina del Tigre alberga la Pagoda Yunyan, a la que se accede a través de un sendero. Las diversas leyendas en torno al templo lo han convertido en una visita de mayoritario interés para el turismo nacional chino.
Al dejar Suzhou, vale la pena visitar Zhouzhuang, un municipio cercano (que está ubicado a 40 kilómetros) en el que se puede contemplar la arquitectura típica del sur de China: puentes y templos taoístas y budistas, a los que siguen los numerosos tentempiés que suelen ofrecer los residentes de esta localidad al visitante. Tongli, a 20 kilómetros de Suzhou, no es tan conocida, pero también garantiza panorámicas espectaculares.
Cómo llegar a SuzhouSuzhou no tiene aeropuerto para pasajeros, por lo que lo más conveniente es volar hasta Wuxi o Shanghái, desde donde se puede tomar un autobús directo en sus dos modernos aeropuertos: Pudong y Hongqiao.La Venecia de China sí cuenta con cuatro estaciones de tren a las que llegan líneas de alta velocidad desde los principales puntos del país, aunque la manera más barata de desplazarse hasta aquí es en autobús: Suzhou cuenta con tres estaciones estratégicamente situadas al norte, oeste y sur de la ciudad.